viernes, 15 de agosto de 2008

Radiografía del autoengaño

Estamos atravesando un momento del mundo particularmente peligroso. El autoengaño encuentra terreno fértil en este contexto para subsistir, lo cual crea una amenaza real: la destrucción total.

Puede ser una muerte causada por desastres climáticos o por una guerra, la tala sistemática de árboles del Amazonas o a causa del calentamiento global. Siempre la razón de estas calamidades, es la tendencia del hombre a engañarse a sí mismo: no ve que sus acciones producen y produjeron situaciones difíciles de revertir.

Vivimos negando sin pensar en las consecuencias que nuestros actos provocan en el medio ambiente, para nosotros y para las generaciones futuras. El autoengaño (aquí no pasa nada) funciona a nivel individual y en la conciencia colectiva de un grupo.

Las verdades vitales no sólo deben llegar a la conciencia individual, sino también a la conciencia colectiva: para eso primero debemos dejar de engañarnos a nosotros mismos; si cada uno lo logra, modificaremos forzosamente la conciencia grupal.

El autoengaño es como una laguna en nuestra atención y en nuestra conciencia. Es una negación de la verdad: cuando la angustia amenaza al individuo, es morigerada por una desviación de la atención. Si se siente miedo o angustia, hay una amenaza a la integridad y como mecanismo defensivo, la atención se desvía hacia otro lado. Nos engañamos al no enfrentarnos con lo que tememos.

La sensibilidad de ésta época, tiene medios muy eficientes para suprimir el dolor: el consumismo,"el no te metas", "el yo no soy responsable". No queremos conectarnos con nuestro interior, con lo que nos daña, preferimos vivir engañados.

Según Daniel Goleman (autor de "La inteligencia emocional"), el dolor se aísla en base a tres premisas:

  • la mente se puede proteger contra la angustia reduciendo su nivel de conciencia.
  • este mecanismo genera un punto ciego, una zona de atención bloqueada, el autoengaño.
  • estos puntos ciegos, se producen en cada uno de los niveles de comportamiento, desde el psicológico al social.

Los mecanismos de defensa serían como "pases mágicos" de la atención y los utilizamos para evitar el dolor; todos los utilizamos: nos ayudan a seguir adelante. De manera que lo que funcionó bien, en situaciones límite (la negación), volverá a ser utilizado en una próxima situación similar. Se instala en nosotros, la "armadura protectora" o el "blindaje de carácter" que no permite que nos llegue nada, ni lo bueno ni lo malo y es entonces cuando nos aislamos.

Nos auto-engañamos para evitar el dolor. Pero, el dolor enseña, transforma, nos hace crecer: piensen ¿cuáles fueron los momentos de la vida en los cuáles recibieron más lecciones de la vida? Seguramente en aquéllos en que se pusieron a prueba su entereza y su fortaleza y pregúntense cuánto avanzaron y cuáles fueron las enseñanzas que pudieron asimilar.

Según Franz Boas:

"Lo mejor que el hombre puede hacer por la humanidad es promover la verdad, sea esta, dulce o amarga”

El autoengaño es un escollo para llegar a la verdad. De cada uno dependerá en qué momento y con qué herramientas, logramos superarlo.

Counselor Susana Olmos
Consultora Psicológica

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