El origen etimológico de las palabras nos ayudan a comprender qué significan. DIÁLOGO, proviene de la palabra griega DIALOGOS, la cual está compuesta por: DIÁ, a través de… y LOGOS, palabra, discurso.
Un diálogo puede darse entre dos o más personas, incluso, una persona puede dialogar consigo misma.
Para comunicar y exponer creencias y opiniones, para darnos a conocer, etc., necesitamos recurrir al diálogo.
Cuando dialogamos, no hay lugar para la discusión, donde cada uno trata de imponer su punto de vista. El objetivo aquí, es salir vencedor. Persuadir o convencer a alguien no tiene sentido, ya que si algo es correcto para nuestro interlocutor, no es preciso convencerlo de nada.
En cambio, cuando hablamos con otra persona o en un grupo, nadie elige ganar sino conocer al otro. Si compartimos nuestras opiniones sin animosidad, es probable que seamos capaces de pensar juntos, lo que no sería posible si agotáramos nuestra energía en defender puntos de vista propios.
Lo esencial es lograr compartir juicios, creencias, y escuchar las de los demás; eso lo lograremos sólo a través del diálogo. Es el modo de abrirnos a respetar a los otros. De este modo, tendremos la posibilidad de transformarnos individual y colectivamente, a nivel de conciencia, a través de la verdadera forma de comunicación que se llama "diálogo”.
No habrá amor si no podemos comunicar y compartir nuestros significados.
El compañerismo, la amistad, la unión, crecerán más y más si nos comunicamos.
¿Realmente comprendemos ésto? Sólo internalizando esta idea, estaremos vivenciando la verdadera comunicación.
Susana Olmos
Consultora Psicológica
ATE vs. INAP
Hace 1 mes
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